

Ante los nuevos hechos de violencia y narcoterrorismo registrados en las últimas horas en Tirúa, región del Biobío, los convencionales Ruth Hurtado Olave, Claudia Castro, Marcela Cubillos, Carol Bown, Rocío Cantuarias, Teresa Marinovic, Katerine Montealegre, Patricia Labra, Martín Arrau, Rodrigo Álvarez, Felipe Mena, Harry Jürgensen, Luciano Silva, Raúl Celis, Eduardo Cretton, Constanza Hube, Pollyana Rivera y Paulina Veloso declaran lo siguiente:
- Lamentamos y condenamos profundamente un nuevo ataque incendiario ocurrido la madrugada de este jueves 19 de agosto, donde dos personas resultaron asesinadas producto del siniestro, el cual fue acompañado con disparos previos al hecho.
- Respecto a la muerte de las dos personas por este ataque, consideramos que el narcoterrorismo que se vive en la macrozona sur ha aumentado progresivamente, cobrando vidas de personas inocentes de origen mapuche y no mapuche, de policías, así como también de integrantes de los mismos grupos armados y asociaciones ilícitas, lo cual evidencia el nivel de violencia que están dispuestos a cometer.
- Es de suma urgencia que el gobierno junto a las policías y los demás poderes del Estado tomen acciones inmediatas ante la progresiva violencia que se vive en la zona, donde nuevamente queda en evidencia el alto poder de fuego que mantiene un grupo determinado y que circula libremente por la región y el país, exponiendo la vida y seguridad del resto de los ciudadanos.
Solo pedimos que el Presidente cumpla con sus promesas de campaña en estos meses que le quedan de mandato. - Esperamos que en las próximas horas, las policías den con el paradero de los autores de este deleznable hecho y enfrenten a la justicia como corresponde, sin privilegios.
- Como Convencionales, ante la gravedad de los hechos, exigimos que la mesa directiva de la Convención condene de manera explícita estos deleznables hechos de violencia.
- Solidarizamos con todas las víctimas de violencia rural y terrorismo que se vive en la macrozona sur, quienes se encuentran desamparadas durante años, sin embargo, aún esperando justicia y reparación por el daño laboral, moral y familiar que se les ha causado.
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