Ayer salieron a protestar a la Isla Cautín porque la situación es delicada. A pesar de todas las medidas de seguridad, igualmente no los dejan atender.
Desde el año 1937 que el restaurante Club Radical ha sido una tradición de los locales de comida tradicional en el centro de Temuco, sin embargo hoy están a punto de cerrar: la cuarentena y la fase 2 los ha dejado sin la posibilidad de abrir, a lo que se suma que no sólo deben mantener el local sino que 18 personas dependen de este trabajo.
“Lo que estamos pidiendo es trabajar, tenemos toda la sanidad para atender a la gente y si bien no hay ningún foco de contagio, siento que castigar a nuestros rubro. Si seguimos así vamos a morir”, aseguró Eliana Araneda, concesionaria del Club Radical.
Por lo mismo y porque ya son millones de dólares los perdidos es que los locatarios, garzones, chef, guardias, músicos y una serie de trabajadores de pub y restaurantes de Temuco se unieron para manifestarse y solicitar a la autoridad una apertura pues son justamente hoy ellos quienes se han visto más afectados desde octubre con el estallido social y hoy con la pandemia.
La situación está complicada, si bien hoy cuentan con la posibilidad de entregar alimentos con el llamado delivery, no es posible cumplir con los pagos a los proveedores así como tampoco a los trabajadores.
“No podemos trabajar porque si bien el comercio puede en general nosotros no. Somos 280 locales que han perdido 7,6 millones de dólares, debemos pagar a nuestros arrendatarios ya que nos quieren pedir lo locales, nosotros no tenemos ninguna ayuda y el problema es grave y hoy nuestros trabajadores no pueden vivir. Estamos vendiendo maquinarias hasta los televisores para mantener las necesidades básicas de los trabajadores”, comentó Cristian Lavanderos, dueño de 5 locales.
Es que lo que reclaman es que han invertido en sanitización, han cumplido los protocolos, no hay contagios y aún así los cierra.
“Los mejores protocolos son los nuestros, sin ningún contagio, con buena trazabilidad. Estamos complicados, es una situación seria, esta gente va a perder su trabajo y nosotros vamos a quebrar. Hoy es un crisis social”, dijo Lavanderos.
Cecilia Sandoval de la picada del Tío Tom contó que el tema es que ppor ejemplo los delivery tampoco han resultado pues al tener todo el comercio abierto no ha necesidad de solicitar comida.
“Tuvimos que despedir gente y ahora estamos a punto de cerrar. Vendíamos 60 colaciones diarias y ahora sólo 13 en promedio. Tenemos todas las medidas sanitarias donde invertimos dinero en trazabilidad y el resultado ha sido horrible”, dijo.
Por lo mismo aseguran que no se van a cansar en seguir protestando y que van a hacer todo lo necesario para seguir trabajando.
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