
En un carruaje tirado por caballos negros y dos hombres de sombrero alto, ayer recorrió las calles de Temuco el cuerpo del joven Eugenio Naín abatido el viernes en una emboscada en Padre Las Casas. Ninguna autoridad estuvo presente.
Vestido de carabinero y con un parche en su pecho con el apellido de su padre Nain, el pequeño hijo de Eugenio ayer tomaba en sus brazos a su hermanita mientras su madre despedía el cuerpo de su esposo hace 8 años. Pedían justicia para este joven de sólo 24 años, quien el viernes de esta semana perdió la vida mientras acudía a un enfrentamiento en el sector de Metrenco en la comuna de Padre Las Casas.
Fue una ceremonia de despedida pocas veces vista en Temuco. Desde el Centro de Formación de Carabineros de Las Quilas salía el cuerpo de Eugenio Nain sobre un féretro de vidrio, en un carruaje de color negro y con dos caballos también negros, que recorrieron la ciudad de Temuco.
Había dolor, pero también una grata despedida, pues a pesar de la pandemia ciento de personas salieron a las calles a despedirlo, especialmente cuando el cuerpo pasó por la Segunda Comisaría lugar donde lo esperaban sus compañeros de fila antes del llegar al cementerio Monte verde.
Ahí estaba su familia, sus compañeros de trabajo, sus amigos pero ninguna autoridad, sólo los más cercanos que llegaron a enterar el cuerpo y a acompañar a la familia compuesta por sus 2 hijos y su esposa.
“Te voy a extrañar mucho, la mayoría de nuestra gente sabía cuánto luchamos por estar juntos y ahora se me va, nunca pensé que tan pronto” dijo la esposa del joven Dahianna Pereira.
Uno de los hermanos del mártir policial tomó la palabra para agradecer a la concurrencia: “Quiero agradecerles a todos, yo soy el hermano de Eugenio, todos conocían a mi hermano, desde pequeños andábamos para todos lados juntos, todos sabían la actitud que él tenía, siempre estaba ahí para su familia, a mí nunca me dejó, siempre estuvo ahí, era mi hermano, mi amigo, todo”, dijo entre lágrimas.
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