
El abuso sexual en la infancia, es una situación real que deja fuertes secuelas en la vida sino es tratado por un profesional, no solo puede ocurrir por personas externas a la familia, también por alguien que tiene “toda tu confianza”

Los primeros años de la infancia se dicen que son clave para el desarrollo y la vida adulta de una persona, sin embargo, si durante esos años, la inocencia afectada por una situación de abuso sexual, se desencadenan una serie de pensamientos y heridas internas que necesitan de muchos años para sanar.
“Me sentó en sus piernas, me mostró sus partes intimas y me realizó tocamientos, yo tenía solo 5 años” fue el relato de una joven psicóloga de la región, que sufrió una situación de abuso durante su infancia por parte de un maestro que trabajaba en su casa.
Aunque para su corta edad no entendió por completo aquello que había vivido, ese momento se mantenía en su mente, “a los 10 años, que podía entender mejor las cosas me comencé a dar cuenta que que había sido abusada que lo que me había pasado estaba mal y comencé a sentir un sentimiento de vergüenza de que había había algo en mí.”
Las imágenes de aquel hecho, seguían apareciendo como un “flash cada vez más constante” en la memoria de una pre-adolescente, por ello a la edad de 13 años, decidió contárselo a sus padres, sin obtener la respuesta que esperaba.
“La verdad que la reacción de ellos fue bastante pasiva sólo me preguntaron quién fue, cuando fue, pero no sé activaron a nada, y ya habían pasado 9 años y eso me generó también rabia y decepción y sigues pensando que hay algo mal en ti” expresó.
Tras muchos años de terapia psicológica y de aferrarse Dios, poco a poco la joven ha ido sanando las heridas internas que ha dejado aquel hecho “veía que algo se había roto en la infancia”.
Sin embargo, hoy en día puede reflexionar sobre ello y recordar que para ese momento de su vida, existían pocos límites respecto al trato de los niños con los adultos, “recuerdo que como niño había que saludar a todo el mundo un beso en la mejilla y si no la saludaba con beso en la mejilla era mala educación entonces no había un para los niños no había como un límite y normaliza muchas cosas”
“Él tenía toda mi confianza”
Las situaciones de abuso, no siempre se dan con personas externas a la familia o en algún hecho puntual, muchas veces, el abusador se encuentra dentro del hogar haciendo vida junto a la víctima, sin despertar la más mínima sospecha de las personas a su alrededor, así fue el caso de una chica estudiante de Temuco, quien fue abusada por su padrastro.
“Esto ocurrió cuando yo tenía aproximadamente 10 años y bueno la persona ya tenía en ese tiempo toda mi confianza porque supuestamente era una persona que cuidada de mi, que nos iba criar (…) era parte de mi familia”, expresó.
Confusión, pesadillas recurrentes, sentimientos de vacío acompañados de “mucha, mucha culpa” y finalmente, “normalización” fueron los sentimientos que experimentó la joven a su corta edad de 10 años tras vivir una hecho tan difícil, “siento que fue algo que se normalizó simplemente que pasó y no supe cómo reaccionar de verdad no supe cómo reaccionar.”
La joven decidió simplemente bloquear ese episodio de su vida y nunca hablar del tema con su familia durante 11 años aproximadamente, hasta que cumplió 21 años.
“Recibí mucho apoyo de mi mamá y de mis hermanas y también de mis amigos (…) realmente lo que pasó aunque me dañó tanto y yo era incapaz de tomarle el peso lo que me había pasado y de hecho no había ido al psicólogo nada y fue cuando Dios también empezó hablar de su justicia es hablar de que de que sí existía el perdón (…) me hizo entender lo que me habían hecho a mí era algo importante y yo no lo puedo dejar pasar y que yo necesitaba ayuda y también necesitaba alguna forma empezar a avanzar” señaló.
No es tu error, y no estás sola
Con el paso del tiempo, y tras recibir ayuda espiritual y profesional, las chicas que en su infancia vivieron estas díficiles situaciones, llegaron a la conclusión de dos puntos importantes.
El primero de ellos, es que no es “tu no eres la responsable” a pesar de que los sentimientos de culpabilidad puedan invadirte, externaliza la responsabilidad en el agresor, valora cada detalle de ti, nadie tiene derecho a herirte y a vulnerarte.
Como segundo punto, es importante que denuncies lo ocurrido primero a tu familia y a tus personas cercanas que puedan orientarte a hacerlo frente a las autoridades correspondientes, entiende no estas sola.
“Hay una esperanza (…) yo le diría que en mi caso la solución fue Jesús (Dios) porque él fue capaz de sanar tu vida de reordenar de ir en un proceso aparte de sanarme mostrarme cosas hermosas de mí misma que yo no me había dado cuenta nunca (…) lo que ha ustedes le hicieron o lo que les han dicho no las define realmente Él es quien define muestra lo valiosa que somos a pesar de que hayan nosotros seguimos siendo importante y somos capaz de hacer todo”, enfatizó una de las chicas.
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