Malleco: zona “caliente” de avistamientos OVNI

La novena región y especialmente la provincia de Malleco, son consideradas por los estudiosos del fenómeno, zonas de frecuentes encuentros con lo inexplicable.
¿Son reales los relatos de encuentros con ovnis? De acuerdo a lo recopilado por el ufólogo de Angol, si.

El ex oficial de Carabineros, Raúl Gajardo Leopold, es hoy uno de los investigadores del fenómeno OVNI de mayor reconocimiento nacional. Radicado en Angol, tiene a su haber uno de los archivos más completos en lo que a encuentros con este elusivo fenómeno se refiere.

Desde sus archivos rescatamos un impactante encuentro ocurrido el año 1997 y que además, fue cubierto por el Diario Austral en su edición del 16 de enero del año 2001.

A fines de junio de ese año, aproximadamente a las 19.30 horas, cuando la oscuridad había caído y el cielo despejado permitía ver las estrellas, el técnico agrícola Jesús Martin Contreras (40 años) regresaba en automóvil desde Los Sauces a Angol, acompañado de un amigo, el funcionario de la Municipalidad de Purén, Israel Luengo (46 años).

Faltaba aproximadamente un kilómetro para llegar al poblado de Trintre, ubicado en el kilómetro 22 de la ruta Angol-Los Sauces. El móvil en el que viajaban se desplazaba a unos 45 kilómetros por hora y sus ocupantes conversaban animadamente.

“De pronto, desde el costado derecho, vimos que se nos iba acercando un objeto luminoso, el que tenía cerca de un metro de diámetro, muy luminoso, color amarillento y que al centro tenía un foco de luz color rojo fuerte”, precisó.

El testigo contó que el objeto se ubicó a unos 20 metros de distancia del auto, hacia el costado derecho en forma oblicua, a una elevación de unos 45 grados.

Lo extraño del hecho es que a medida que el vehículo avanzaba, el objeto se desplazaba en la misma dirección, sin acortar la distancia e iba iluminando con su brillo a los pasajeros del automóvil, de tal manera, que el técnico agrícola veía muy claras sus piernas y brazos. “No me fijé si mis pies estaban también iluminados, pero al mirar hacia mi amigo Luengo, éste no se veía. En el asiento sólo había una mancha oscura, después él me contó que en ese momento tampoco me veía”.

Los ocupantes del vehículo recorrieron en esas circunstancias unos 300 metros, hasta que el conductor se estacionó en la berma, desde donde continuaron observando el Ovni que se mantenía en su posición e iluminó todo el interior del móvil por aproximadamente 3 minutos.

Inexplicable

“En un instante Luengo me comentó que tenía mucho calor, que se estaba sofocando. Yo no experimenté ni frío ni calor”, narró.

El conductor le pidió a su compañero que abriera las ventanas y cuando lo intentó se encontró con la sorpresa que el vidrio estaba atascado e intentó abrir la puerta y sucedió lo mismo.

El vidrio y la puerta donde iba el conductor tampoco pudieron ser abiertas. Al darse cuenta que estaban atrapados, el extraño fenómeno sumió en el miedo a ambos ocupantes del vehículo. Repentinamente el objeto luminoso desapareció.

En esta historia hubo un detalle tremendamente extraño, porque el conductor, quien se caracterizaba por vestirse bien y tener una presentación intachable, después del fenómeno se dio cuenta que le había crecido la barba como si hubiese estado dos días sin rasurarse. “Me consta que estaba bien afeitado cuando iniciamos el viaje, a mí no me creció la barba. Lo sucedido es sencillamente inexplicable”.

“En ningún momento perdimos los sentidos, estuvimos lúcidos, conscientes de lo que estábamos experimentando. No sufrimos consecuencias físicas ni sicológicas. Tampoco el objeto emitió algún ruido o sonido”, precisó.

Dos días después, Martín estuvo con Luengo y conversaron de lo ocurrido, finalmente, no lo asociaron con el fenómeno Ovni.

Para ellos fue simplemente… “inexplicable”.

Fuente: Archivos OVNI de Raúl Gajardo Leopold y El Diario Austral de La Araucanía.

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