
Siempre lo dije… “No hay nada que me llene más del espíritu pascuero, que una buena historia de duendecillos traviesos…”

En Pueblo Nuevo de Temuco, se vivió una navidad bastante diferente a las que conocemos, ya que, la señora Eliana Burgos, tuvo un encuentro con uno de estos peculiares seres.
Pero ¿qué es un “duende”?
Los duendes son criaturas mitológicas fantásticas de forma humanoide pero de tamaño pequeño que están presentes en el folklore de muchas culturas. La etimología de su nombre proviene de la expresión “duen de casa” o “dueño de casa“, por el carácter de los duendes al “apoderarse” de los lugares “embrujados” o “mágicos” en donde suelen habitar. Este vocablo proviene del árabe “duar de la casa” (“que habita, habitante”).
Es lo que le sucedió a la vecina de Pueblo Nuevo, Eliana Burgos, una soleada tarde antes de navidad, hace ya 20 años. Habían ido de visita sus hijos, hacía calor y se les antojó ir a comprar fruta fresca a la feria.
Llevaban ya caminando unas tres cuadras, cuando la señora Burgos se da cuenta que no traía consigo la billetera. Lo comenta a sus hijos y parten, de vuelta a su casa, era domingo. Eliana recuerda que al salir le habían puesto llave a todo. Sin embargo, un detalle inquietó a esta madre y sus dos hijos.
En el suelo, frente a la cocina, había un pequeño mantel, arrugado. De ninguna manera un animal podría haber entrado al lugar. Cuando toman el paño, se dan cuenta que estaba manchado con una crema “inolora”, sin aroma, de color mostaza.
Es sabido que en el sur de Chile, este tipo de sustancia se le llama “caca de duende”, mucha gente se ha encontrado con estos restos y asegura que son las deposiciones de estas elusivas criaturas.
Finalmente, uno de sus hijos tenía un amigo profesor en la Universidad Católica de Temuco, y que a su vez, era folklorista. Al ser consultado, el experto comentó: “Siempre es posible que estas entidades, dejen sus deposiciones en algún lugar de la casa. Lo característico es, la ausencia de olor. No es como un animal de casa o campo, cuyos excrementos tienen fuertes olores. Lo absurdo del encuentro de la señora Burgos, es que al parecer a este duende, lo sorprendieron en plena faena y antes de huir, alcanzó a limpiarse con el pequeño mantel de cocina”.
¿Fantasía o realidad? Usted decide.
Deja un comentario