El joven enfrenta una condena que lo dejaría 3 años en la cárcel de Temuco. Su madre alega inocencia: “aquí no se está haciendo justicia” señala.
Jessica Aguirre, la madre de este joven, ha agotado las instancias judiciales para poder librar a su hijo de esta condena que lo mantendría en el recinto carcelario de Temuco, por los próximos 3 años. Él es el primer condenado que recibe sentencia de cárcel tras los eventos de la revuelta social en Temuco y el resto del país. Su madre, solicitó la asistencia de un abogado particular. Tras revisar la sentencia, el panorama se presenta desalentador. El imputado deberá cumplir condena de 3 años de cárcel.
Se trata de una condena por “infracción a la ley 18.314 (porte de bomba incendiaria)” en las manifestaciones que sucedieron en todo el país hace ya tres años, en la que el imputado, fue declarado culpable. Su familia esta destrozada. De acuerdo a lo que esta acongojada madre relata, no existen los elementos de juicio necesarios para establecer la condena. La mujer, acusa un evidente dolo en la detención y el posterior juicio.
Jessica, entre lágrimas, contó su drama a Prensa Ciudadana. Dice no saber como lo hará para sobrellevar este año nuevo. Sabe que va a ser muy complicado para ellos como familia. “Es un niño, es incapaz de hacer lo que se le acusa, aquí no se está haciendo justicia” declara la madre.
Como ocurrieron los hechos
El 18 de octubre de 2019, este joven se encontraba en las inmediaciones de la plaza Dagoberto Godoy, frente al Hospital regional de Temuco. Mientras sucedían las manifestaciones, se da cuenta por parte de Carabineros, de la presencia de un transeúnte que portaba una bomba “molotov”. Que, según Fiscalía, se trataría del hijo de Jessica Aguirre. Tras el juicio, el Tribunal le otorgó una condena de 3 años de presidio irremitible, la que se ajusta a la ley 18.314, que define conductas terroristas y determina su penalidad.
Esta ley en su cuerpo principal indica que: “colocar, enviar, activar, arrojar, detonar o disparar bombas o artefactos explosivos o incendiarios de cualquier tipo, armas o artificios de gran poder destructivo o de efectos tóxicos, corrosivos o infecciosos”.
Según el abogado que tomó la defensa de este joven, que hoy tiene 21 años, ya no habría mucho más que hacer. Solo esperar que se cumpla la severa condena dictada en contra del imputado, cuya madre, seguirá alegando inocencia.
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