Trabajadores y trabajadoras del joven Servicio Mejor Niñez hicieron un breve alto en sus labores habituales para reflexionar sobre el valor de la diversidad y el reconocimiento de los derechos humanos.
Descalzos, con sus pies vestidos con calcetas diferentes los funcionarios y funcionarias de la Dirección Regional del Servicio de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, Mejor Niñez, conmemoraron este 21 de marzo el Dia Mundial del Síndrome de Down.
Para la materialización del espacio de reflexión parte del equipo se dedicó a la planificación, organización y producción del evento que contempló la lectura de antecedentes sobre el rol de los trabajadores del sector público y el respeto e integración de la diversidad desde la perspectiva de derechos, sobre todo en el caso de quienes trabajan en el Servicio Mejor Niñez. Posteriormente, exhibieron un video clip para luego distribuir unas manitos recortadas en cartulina para que los funcionarios y funcionarias presentes escribieran una oración formulando un compromiso con la diversidad, reconocimiento, la no discriminación y respeto por las diferencias del otro, principalmente desde el rol funcionario y la labor que se cumple en favor de niños, niñas y adolescentes que se encuentran bajo medidas de protección producto de graves vulneraciones a los que han sido sometidos.
Samia Tessahuac, terapeuta ocupacional y Analista de Salud de esta dirección regional explicó que la directora les invitó a conformar una comisión para materializar este momento de reflexión que permite fortalecer los vínculos y el compromiso laboral: “Hicimos equipo con profesionales de gabinete regional, nos distribuimos las tareas y las materializamos hoy”.
El día mundial del Síndrome de Down obedece a la decisión de la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en diciembre de 2011, ocasión en que designó el 21 de marzo para conmemorar esta fecha para generar una mayor conciencia pública sobre el particular y recordar la dignidad inherente, la valía y las valiosas contribuciones de las personas con capacidades intelectuales distintas como promotores del bienestar y de la diversidad de sus comunidades.
Para entender
De acuerdo a informaciones publicadas en la página oficial de Naciones Unidas, el síndrome de Down es una alteración genética causada por la existencia de material genético extra en el cromosoma 21 que se traduce en discapacidad intelectual.
La incidencia estimada del síndrome de Down a nivel mundial se sitúa entre 1 de cada 1.000 y 1 de cada 1.100 recién nacidos.
Las personas con síndrome de Down suelen presentar más problemas de salud en general. Sin embargo, los avances sociales y médicos han conseguido mejorar la calidad de vida de las personas con el síndrome. A principios del siglo XX, se esperaba que los afectados vivieran menos de 10 años. Ahora, cerca del 80% de los adultos que lo padecen superan la edad de los 50 años. Un trabajo médico y parental en edades tempranas favorece la calidad de vida y la salud de quienes sufren este trastorno genético al satisfacer sus necesidades sanitarias, entre las cuales se incluyen chequeos regulares para vigilar su desarrollo físico y mental, además de una intervención oportuna, ya sea con fisioterapia, educación especial inclusiva u otros sistemas de apoyo basados en comunidades.
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