
El reconocimiento de la preexistencia del pueblo originario es uno de los requisitos fundamentales para el éxito de esta consulta.

La Consulta Indígena se llevó a cabo en el país entre el 4 de enero y el 14 de febrero, los pueblos indígenas participaron dejando ver un amplio conocimiento sobre las necesidades de sus territorios y un conocimiento sobre el ejercicio de sus derechos. A pesar de lo dilatado del proceso ejecutivo de la misma, se esbozó como una crítica por parte de los representantes del pueblo mapuche la falta de un orden de prioridades en la propuesta.
Para este pueblo originario, el correcto orden de prioridades es: el reconocimiento de la preexistencia del pueblo mapuche al Estado chileno y la necesidad de la admisión de una verdad histórica y reparación de abusos; Derechos fundamentales; Derechos políticos; Derechos sociales; Derechos jurídicos; Derechos ambientales; y Derechos económicos.
De acuerdo al Doctorante en Estudios Interculturales e Investigador de la Universidad Católica de Temuco, Cristián Alister: “si bien la consulta fue un proceso desarrollado fuera de la temporalidad necesaria para la aplicación de una consulta previa, libre e informada, los pueblos indígenas participaron dejando ver un amplio conocimiento sobre las necesidades de sus territorios y un conocimiento sobre el ejercicio de sus derechos”.
Entendemos que el diálogo no termina con este proceso de consulta, pero el proceso constituyente debe entender las reivindicaciones básicas de los pueblos originarios como parte fundamental del proceso constituyente. Es por esto, que la información capturada por este ejercicio democrático, contiene las bases de las nuevas discusiones al respecto en la Convención Constituyente.
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