
La Araucanía, conocida por ser el corazón del pueblo mapuche y un epicentro natural del sur de Chile, guarda secretos que muchas veces pasan desapercibidos por quienes la visitan. Más allá de sus imponentes volcanes, lagos y bosques milenarios, esta región es un cofre de historias, tradiciones y curiosidades que sorprenden incluso a los locales. Aquí te contamos cuatro de las más llamativas.
1. Hay una piedra que “canta” cuando va a temblar
En las cercanías de Melipeuco, comuneros mapuche cuentan la leyenda de una roca que emite un sonido leve, como un canto bajo o un zumbido, poco antes de un sismo. Este fenómeno ha sido transmitido oralmente por generaciones y aunque no hay estudios científicos que lo respalden, sigue siendo parte del conocimiento ancestral.
2. La capital del piñón no es lo que imaginas
Curarrehue se ha ganado el apodo de “capital del piñón” por su abundancia de araucarias y su vinculación ancestral con este fruto. Cada otoño, familias enteras recolectan piñones y los integran a la cocina local, desde sopas hasta licores artesanales. Hay incluso una feria dedicada exclusivamente a este alimento sagrado para el pueblo mapuche.
3. El idioma mapudungun tiene palabras intraducibles
Existen términos en mapudungun que no tienen traducción exacta al español. Por ejemplo, “küme mongen”, que significa mucho más que “buena vida”: implica armonía espiritual, respeto por la naturaleza y el equilibrio comunitario. Este tipo de expresiones revelan una cosmovisión profunda y distinta.
4. Hay aguas termales ocultas entre bosques
Más allá de los complejos turísticos conocidos, La Araucanía esconde termas naturales, ubicadas entre senderos poco transitados y accesibles solo a pie o con guía. En lugares como Reigolil o sectores interiores de Lonquimay, pequeños pozones de agua caliente burbujean entre la vegetación nativa, casi como secretos geotérmicos.
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