
El pasado sábado 18 de octubre, la Sede Temuco de la Universidad Autónoma de Chile se convirtió en el punto de encuentro para estudiantes de enseñanza media de La Araucanía, en el marco de la segunda fase de las XXVIII Olimpiadas Chilenas de Química (OChQ). La instancia, organizada por la División de Educación Química de la Sociedad Chilena de Química (SChQ), convocó a jóvenes de 2°, 3° y 4° año para demostrar sus conocimientos y habilidades en una disciplina clave para el desarrollo científico nacional.
Desde su creación en 1992, las ol impiadas se han consolidado como una plataforma de excelencia académica y vocación científica, donde este año, más de 800 estudiantes participaron en la etapa inicial, y 460 avanzaron a la segunda fase, entre ellos 15 provenientes de establecimientos de Temuco y Victoria, quienes visitaron la Sede Temuco para rendir la prueba escrita y participar en una actividad práctica de laboratorio.
Manuel Castillo, vicedecano de la Facultad de Ingeniería, destacó el valor de la iniciativa: “Esta actividad buscó potenciar, descubrir y fomentar el interés por las ciencias STEM dentro de la comunidad escolar. Para nosotros, representa también una oportunidad de cumplir con nuestro rol social, apoyando el desarrollo de distintos talentos que muchas veces necesitan espacios para desplegarse. Fue un desafío que asumimos con entusiasmo desde el momento en que fuimos invitados a participar, porque está profundamente alineado con lo que consideramos el corazón de nuestra labor: las ciencias. Creemos firmemente que son fundamentales para el desarrollo de las ingenierías y para el progreso del país”.
Espíritu colaborativo
La actividad contó con el apoyo de las facultades de Ingeniería y Ciencias de la Salud, así como de la dirección de Admisión y Comunicaciones, en una articulación que reflejó el espíritu colaborativo de la Universidad y su visión de ser un referente nacional en educación superior, investigación y vinculación con el medio.
Desde la Sociedad Chilena de Química, el Dr. Robinson Dinamarca, presidente de la División de Educación Química, destacó el valor de esta instancia: “Las Olimpiadas Chilenas de Química son una de las actividades más significativas que realizamos cada año. Nos permiten cumplir con nuestra misión de fortalecer y promover la química como ciencia central, tanto en organismos nacionales como en instituciones educativas, impulsando así nuestra labor principal: la investigación y la enseñanza de esta hermosa disciplina”.
El impacto de la iniciativa también se reflejó en las voces de quienes acompañan a los estudiantes en su camino formativo. Ester Acuña, docente del Liceo Jorge Alessandri Rodríguez de Victoria, valoró la experiencia como “una excelente oportunidad para identificar a aquellos jóvenes que tienen un interés genuino por la ciencia, y que muchas veces necesitan un impulso para atreverse a participar en actividades de competencia como esta”.
Astrid Álvarez, estudiante del mismo establecimiento, compartió su entusiasmo: “Me pareció súper bien, porque hay alumnos a los que les gusta la química, pero no encuentran dónde demostrarlo. Estas instancias nos permitieron mostrar lo que sabemos y crecer tanto en lo personal como en lo académico”.
Cabe destacar que la etapa final de las Olimpiadas se desarrollará en noviembre en la ciudad de Concepción, donde los mejores puntajes se enfrentarán en una jornada que promete seguir cultivando vocaciones científicas y proyectando el futuro de la química en Chile.
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