La pandemia Covid-19 ha generado distanciamiento social al salir de casa, pero por otra parte también ha obligado un tener mayor acercamiento con las personas con las que convivimos, todo esto en medio de un ambiente de estrés causado por factores externos como los niveles de cesantía y problemas económicos, provocando así un aumento considerable de la violencia intrafamiliar que afecta en su mayoría a mujeres y a niños.
Según cifras de la ONU, el impacto del Covid-19 en la violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe, en ciertos estados de México las denuncias de casos de violencia familiar han aumentado en un 30%; en Bolivia fueron reportados durante el periodo de cuarentena, hasta el 15 de abril, cuatro femicidios, 1200 casos de violencia contra mujeres y 33 casos de violación a menores de edad; y en Argentina el promedio diario de consultas a la línea 144 por violencia de género durante la segunda quincena de marzo aumentó un 39% comparado con los días previos a la pandemia.
En cuanto a Chile desde que empezó la pandemia las denuncias por violencia intrafamiliar disminuyeron en relación al mismo periodo en 2019, pero las llamadas a las líneas de orientación han aumentado en un 60%.
En tal sentido, la psicóloga Bárbara Ramírez Moncada, trabajadora del programa familia de acogida (FAE) expresó que el confinamiento crea diversos tipos de emociones, ya que es una situación nueva para nosotros como sociedad , “esto ha generado un sin número de sintomatologías a nivel afectivo y también ha cronificado algunas patologías de salud mental y de personalidad”.
“La violencia ha ido aumentando debido a que las familias se encuentran bajo estrés y presión, es decir que hay factores externos que están generando los conflictos (…) Anteriormente en la vida cotidiana si había alguna situación que ocasionaba estrés se podría salir y canalizar, hoy día la canalización se hace compleja dentro de la casa” explicó la psicóloga.
Mujeres y niños, los más vulnerables
El principal catalizador del estrés dentro del hogar, según explicó la psicóloga, es la falta de ingresos económicos, sin embargo, también algo que ha sido nuevo para los padres es tener a sus hijos dentro del hogar con colegio virtual.
“Muchos padres la falta de estrategias y/o de herramientas para poder lidiar con la educación y con el modelo de crianza lo más resolutivo es golpear a los niños,” aseguró.
Por otra parte, la violencia entre parejas también ha ido en aumento puesto que según expresó la especialista, “las parejas se han reencontrado y ese reencuentro no les ha gustado, recordemos que antes estábamos acostumbrados a salir y solo nos veíamos en las tardes y/noches el reencontrarse también ha sido un desafío, porque en ocasiones los diálogos dejaron de ser asertivos para ser violentos.
Ramírez, destacó que las mujeres y los niños las más vulnerables a sufrir de violencia, siendo los hombres los que ocupan hasta ahora el primer lugar como quien ataca a una mujer o a un niño dentro de un hogar.
A su vez, la especialista mencionó que aunque la violencia física es notoria porque manifiesta a través de un daño corporal, un hematoma, un rasguño, también existe la violencia psicológica “la persona que es violenta psicológicamente ataca la autoestima, la autovalía del otro, tiende a denigrar y a degradarlo verbalmente”.
Fono de orientación
Es importante que las personas que están siendo víctimas de violencia tienen la posibilidad de recibir ayuda y/o asesoramiento en el país, desde el pasado 11 de enero de 2019 se anunció oficialmente el 1455, nuevo fono de orientación para mujeres víctimas de violencia, el cual es atendido por especialistas en violencia, que entrega ayuda a todas las mujeres que sufren o son testigos de maltrato físico y/o psicológico.
Su función es informar a las mujeres sobre sus derechos, los procesos de denuncia y los servicios, que ofrece el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género para apoyar, desde distintas aristas, a las mujeres para que puedan salir del círculo de la violencia y comenzar una nueva vida.
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