“En términos generales el llamado al diálogo siempre es positivo” expresó a Prensa Ciudadana la dirigente mapuche.
Esta mujer mapuche, nacida en Santiago y educadora, lleva años trabajando para el reconocimiento de la nación mapuche y declara ver alguna luz de esperanza en lo planteado por los rectores de la Universidades de la región. Sin embargo, el grado de desconfianza que existe al respecto del manejo gubernamental de la situación de La Araucanía, la hace tomar estas declaraciones con mucha cautela.
Ingrid nos comenta: “Lo valoro, creo que es positivo, pero también siento que en estas propuestas que vienen de espacios que han generado cierta afectación hacia el pueblo mapuche y hacia los pueblos originarios, siempre falta lo más importante, preguntarle a los propios pueblos qué les parecen estas propuestas”.
Es ahí en donde la dirigente nos comenta que, echa de menos la participación desde el origen de la propuesta de las dirigencias y las organizaciones de su pueblo. Nos señala: ·”Si bien es una intención valorable, que no se puede descalificar, creo que está ausente nuevamente una parte fundamental en este diálogo, que es el propio pueblo mapuche. Para resolver un conflicto tienen que estar presentes todas las partes, y que además, estén de acuerdo en sentarse a conversar, al menos en condiciones mínimas”.
Finalmente para ella, es una proposición con un ánimo positivo, que es una buena señal. Pero por otro lado, siente que aún falta avanzar en temas más profundos, temas que aún se invisibilizan y que deben ser abordados con prontitud.
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