Erika, es directora del centro tecnológico “TerritorioMayor” de la Universidad Mayor, con sede en Temuco. Como profesional, trabajó para el MINVU y para el Gobierno regional. Ahora, su foco es la adaptación al cambio climático y el verificar cómo ha ido afectando a la región.
Dentro de su apretada agenda, la profesional, nos concedió unos minutos para contestar nuestras preguntas.
Erika Alvarez, lleva 23 años en el mundo profesional y actualmente se dedica a la docencia. El día de hoy, al frente de TerritorioMayor, dedica gran parte de su tiempo al estudio del cambio climático y cómo este ha ido afectando a la región, y porqué no decirlo, al mundo entero.
Erika, ¿cómo ha ido cambiando el panorama climático en La Araucanía?
“El cambio climático se da primero a causa del Calentamiento Global. Que el clima cambie es un proceso natural, así lo demuestran las glaciaciones. Lo que pasa es que es una transformación lenta, en la que el ser humano ni siquiera notaría el cambio, recordemos que 30 años atrás, en la región llovía desde marzo hasta casi mediados de enero. El día de hoy en la región, las temperaturas máximas se han ido acentuando y lo mismo pasa con las mínimas”.
La profesional continúa: “El otoño parece más largo, el invierno más corto y la primavera se acelera. Entonces, eso en los cultivos y en la disponibilidad de agua, afecta de manera muy potente. Se espera que las condiciones mediterráneas lleguen hasta la región de Los Ríos.”
“La gente consume mucha agua y nunca se piensa en cómo recuperarla, promovemos más pozos más riegos, pero ya la gente en el campo deja de hacer desarrollo productivo, porque debe empezar a hacer pozos profundos y no les alcanza el presupuesto”.
Según sus palabras, la primera crisis hídrica debería producirse en la región el año 2025. Insiste en que la principal preocupación es infiltrar y evitar las tasas de evaporación, que son muy notorias en el verano. La intervención en el bosque nativo también es un punto que como región debemos re-pensar.
Erika Alvarez destaca para finalizar: “Hay lugares en los que hay plantaciones exóticas donde no hay acuíferos, porque la roca ni el suelo lo permiten. Hay otras zonas de terreno productivo en el valle central, en las que tampoco hemos recuperado la vegetación nativa. Aunque sea como deslinde o como cercos vivos. Hay más alternativas para recuperar la vegetación, pero no las estamos utilizando”.
El cambio es ahora, porque tiempo para recuperar lo perdido, no nos queda.
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