Irina Makayrevich, ucraniana que vive en La Araucanía: “a mi hermano se lo están llevando los militares”

Irina vive en el Barrio inglés de Temuco y es un personaje conocido por la comunidad, ya que fue modelo y hoy tiene un emprendimiento familiar, esta preocupada, su familia vive en el corazón del conflicto entre Rusia y Ucrania, dice tener miedo por lo que pueda sucederles
Kiev es la ciudad donde vive toda su familia, así amaneció tras los bombardeos rusos la ciudad.

A pocas horas que se diera inicio al conflicto armado entre Rusia y Ucrania, una joven ucraniana radicada en La Araucanía, Irina Makayrevich, conversó con Prensa Ciudadana, su familia en Kiev, la llamó muy temprano contándole lo que sucedía, desde ese momento toda su atención ha estado centrada en la información que ellos le entregan por redes sociales y por lo que puede ver en televisión. Siente mucho miedo por lo que pueda pasar en los próximos días.

Prensa Ciudadana le preguntó ¿Irina, como te tomó la noticia del conflicto?

La verdad estoy muy preocupada, espero que esto termine pronto. Toda mi familia y parientes están allá, la mayoría vive en Kiev y en los barrios cercanos.

En estos años en Temuco ¿Has regresado a tu país natal?

No, desde el 2014 que no voy a Ucrania, esa fue la última vez que vi a toda mi familia reunida, los extraño mucho.

¿Has podido conversar con alguno de ellos?

Si, fue mi mamá quien me avisó antes de las tres de la mañana, me decía que los rusos ya habían empezado a bombardear Kiev, Jarkov y Odessa. Ella está muy asustada, les han pedido desde el Gobierno que deben permanecer en sus hogares y que tengan a mano sus pasaportes.

Irina Makayrevich habló con Prensa Ciudadana desde su casa en Temuco.

Justo mientras Irina recordaba a su familia, le avisan desde Kiev que su hermano, de 35 años y dos hijos, estaba siendo llevado por los militares a cumplir su deber en el campo de batalla. La mujer cierra la conversación de manera abrupta: “Ohhh me avisan recién que mi hermano se lo llevan los militares, no estoy en condiciones de seguir hablando, gracias”.

El llamado se corta, y queda flotando en el aire la impresión de lo cruel y despiadado de la guerra. A la distancia, esta mujer ucraniana avecindada en el Barrio Inglés de Temuco, sufre por su familia y no existe poder sobre la Tierra que logre consolarla.

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