Nicolás Zepeda, el temuquense que es acusado del asesinato de joven japonesa

Hoy, 12 de abril, se vivirá una jornada decisiva en el juicio contra este joven, cuyo desenlace podría implicar que viva en una celda por el resto de sus días
Juzgado por asesinato, Nicolás Zepeda se enfrenta a su destino en Francia.

Expectación ha generado en todo el país, Francia y Japón, el caso de la joven Narumi Kurosaki, estudiante japonesa desaparecida y cuyo acusado es un joven de Temuco, Nicolás Zepeda, quien vivió sus primeros años en la capital regional y que podría ser condenado hoy a cadena perpetua por el brutal crimen.

Nacido hace 31 años en Temuco, es hijo de una familia acomodada, propietaria de varios bienes inmobiliarios, cuyo padre es ejecutivo de una empresa de telefonía nacional y su madre secretaria del senador Huenchumilla.

Deportista, inteligente y recordado, Zepeda realizó sus primeros estudios en el colegio Centenario, donde junto a sus 2 hermanas es recordado como un joven deportista e inteligente.
“Era un buen estudiante y aventajado, es una persona inteligente pero de esfuerzo, estaba entre los primeros de la clase, pero no era el mejor alumno”, aseguró su profesor Francisco Trincado.

Según su padre, Humberto Zepeda, en conversación con PrensaCiudadana, “mi hijo ha crecido nutriéndose de los valores que le hemos inculcado, el esfuerzo y el respeto por las personas mayores. Sus abuelas, con las cuales ha compartido, lo echan mucho de menos porque Nicolás ha tenido siempre una gran cercanía con las personas de mayor edad”.

Un universitario ejemplar

Nicolás, tras salir del colegio,  estudió administración pública en la Universidad de Chile, de esa época, surge una gran amistad con la francochilena Alexandra Guidi.

Alexandra, fue su compañera en una asociación universitaria en donde asesoraban microempresas: “es una persona empática, dispuesta a compartir sus ideas, tengo la íntima convicción que Nicolás es inocente”.

La confusa ruta de un crimen

Tras los análisis de los datos de su teléfono, el rastreo de las compras de su tarjeta bancaria (compró bolsas de basura, detergente y combustible), y del GPS de su coche de alquiler, los policías franceses intentaron averiguar el recorrido del chileno durante su corta estadía en el país galo. No hay pruebas decisivas que inculpen al sospechoso, pero existen varios elementos muy llamativos que convergen en su figura. Se sospecha que Zepeda pudo haberse deshecho del cuerpo en un sector aislado, boscoso, cercano a cursos de agua. A pesar de las intensas búsquedas para encontrar a Narumi, las autoridades no han podido hallar rastros de ella.

La joven no tenía tendencias depresivas, desapareció sin dejar huellas. De acuerdo a la investigación, no cabe dudas que Kurosaki está irremediablemente muerta. Los estudiantes que vivían al lado de la residencia de la joven japonesa, dicen haber escuchado “gritos de terror”, o de “dolor”, ese 5 de diciembre de 2016, alrededor de las 3.20 de la madrugada… Pero nadie vio nada. La policía, fue alertada sobre la desaparición de Narumi, diez días después de los hechos. Mientras tanto, Nicolás Zepeda ya había retornado a Chile.

Estos días serán claves para el destino de Nicolás Zepeda, el joven que fue inculpado por asesinato el 24 de junio de 2020, los antecedentes lo señalan como el único sospechoso e imputado, solo quedaría esperar el dramático desenlace de esta historia, en la que un niño bueno podría terminar como el chico malo.

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