La historia oculta de una posible “Estafa Laboral” en la quiebra de constructora García Gross de Temuco

Unos 1500 trabajadores y trabajadoras aún no reciben sus pagos de remuneraciones e imposiciones, en el caso de un grupo de 14 trabajadores ascienden a 270 millones de pesos, en cambio, sí han logrado sus pagos judiciales las aseguradoras y el Banco de Chile

Por Daniel Sandoval, Periodista, Consejero Regional

Apelando a la Corte, tras la quiebra de la empresa García Gross en marzo 2020, se encuentran una veintena de trabajadores de esta constructora, quienes a más de un año de la quiebra, aún siguen exigiendo justicia laboral, debido a que los tribunales han fallado en primera instancia en favor de aseguradoras y entidades bancarias como el Banco de Chile, en vez de respetar lo que establece la ley de quiebras que es pagar y asegurar a las y los trabajadores con sus sueldos, imposiciones y gratificaciones con los recursos que se obtengan producto de la venta de los activos de la empresa, como también de los recursos financieros que se generen en la quiebra.

Sin embargo, en este caso, esto no ocurrió, el Banco de Chile, apeló con un recurso de reposición respecto a una retención de dineros producto del remate de algunas de las propiedades de esta empresa, muchas transferidas a terceros o familiares, para no cumplir con lo que establece la ley. Lamentablemente los tribunales dieron no ha lugar de esta retención de dineros, entregándoselos a esta entidad bancaria de Andronico Luksic, en desmedro de las y los trabajadores, quienes son los que tienen la preferencia de pagarse lo insoluto, tras embargos de bienes, frente a cualquier otro tipo de acreedor.

Es por ello que, a más de un año y medio de esta quiebra, creo que estamos frente a una probable o eventual estafa laboral, donde da para todo tipo de interpretaciones esta abusiva situación, sobre todo respecto a las redes de poder político, social, económico y comunicacional que construyó esta empresa durante su funcionamiento, no sólo en la Araucanía, sino también en Los Lagos y Los Ríos, adjudicándose grandes proyectos de inversión en pavimento de caminos, alcantarillados y otras obras de infraestructura pública.

Estamos frente a un sistema que abusa de las y los trabajadores, legislaciones que no son respetadas en su espíritu, tercerías, empresas multirut y tribunales que no se ajustan a derecho, con abogados de dudosa calidad ética que se dedican a esconder los bienes y patrimonio, con subterfugios para no cancelar lo que les corresponde a las y los trabajadores, pero si para lograr que se cancelen los pagarés de las grandes entidades bancarias.

Se requiere control y fiscalización frente a estos procesos, pero con una Superintendencia de Quiebras, que haga su trabajo, que es velar por las actuaciones de los síndicos para que se haga efectivo el pago judicial de sueldos, cotizaciones, indemnizaciones y otras asignaciones para quienes dieron todo por esta empresa, trabajadores leales, responsables y solidarios con el desarrollo de esta institución que ha buscado todos los subterfugios para darle la espalda a quienes por décadas fueron el motor principal del éxito económico y laboral de la constructora García Gross.

Es de esperar que la Corte de Apelaciones de Temuco revoque estas decisiones procesales y falle en favor de las y los trabajadores, para que las obligaciones laborales y previsionales de esta empresa se paguen, en el marco de la responsabilidad laboral solidaria que le caben para con sus trabajadoras y trabajadores. Es un mínimo de decencia judicial para quienes fueron y son el motor de la empresa y quienes tienen la preferencia legal por su labor realizada, de lo contrario, sería un caso más, digno del mejor periodismo de investigación. ¡Caiga quien caiga!

¡Justicia y Dignidad Laboral Ahora!

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